Esta estrategia llamada “branding” es el proceso de construcción de una “marca” denominativa “naming”, donde se destacan los conceptos relacionados con un estilo de vida concreto, una forma de sentir, de vivir y de pensar.
Las marcas deben establecer y transmitir conexiones económicas, emocionales y estéticas con el cliente y van dirigidas a los deseos y sentimientos más profundos de los consumidores.
El cliente necesita la “marca” y ésta es el alma de la empresa.